Una vez más, la oscuridad va engullendo el horizonte; y en esta hora baja, un manto de estrellas es el único puente que me acerca y aleja de ti. La escasa luz de la habitación se degrada dando paso a la ensoñación.
Cuando esto sucede cierro los ojos, mis manos y mente se compenetran y crean su propio lenguaje; y me rindo. Voy poco a poco entreabriendo los ojos, dosificando la maravillosa imagen de tu rostro y el candor de tus ojos en llama.
Y en todo el trayecto que tus/mis manos recorren explorando temblorosas, percibo el deseo, el tuyo y el mío, porque tú me buscas; y yo una que otra vez me resisto; y ex abrupto me dejo encontrar, hechizada por tu oscuridad.
Pasado el tiempo aún conservo tu aroma.
muy sensual relato, ojos cerrados, mente y manos... quisiera estar ahí como un fantasma , y devorar cada segundo de tu existencia... entrar en tu mente urgeteando tus pensamientos y esas imagenes que forma tu cabeza... me encanto tu relato.
ResponderEliminarEn momentos hay fantasmas en mi habitación.
EliminarGracias, Gustab.
Una situación íntima donde el lenguaje y la oscuridad hacen florecer intensas emociones.
ResponderEliminarUn saludo, feliz tarde.
El escenario perfecto para la ensoñación, Campirela
EliminarUn abrazo
Esas manos saben lo que hacen, esa cabeza sabe lo que piensa, y esos ojos seguiran perdidos entre orgasmos.
ResponderEliminarReviviendo el momento, Rodrigo.
EliminarEs verdad, cuando pasa el tiempo aún se sigue conservando en el recuerdo el aroma. Unas manos que han recorrido el paraíso.
ResponderEliminarMuy bonito texto.
Besos.
Lo dices bonito, María.
EliminarUn abrazo
Adoro esos momentos de ensoñación. Bss ;)
ResponderEliminarSon celestiales, Sylvia.
EliminarUn abrazo
Bendito sea ese gran poder de la imaginación jeje. Un abrazo
ResponderEliminarBendito sea, Neogeminis.
EliminarUn abrazo
Sensualidad entre las sombras del recuerdo. Estupenda imaginación. Un abrazo
ResponderEliminarEse manto de estrellas que te acerca y a la vez te aleja de él, esa intimidad compartida en ausencia, la imaginación apoderándose del momento, un relato muy sensual, me gusta mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
PATRICIA F.
Hola Camila! Me encantó tu relato, breve pero muy sensual y dan ganas de seguir leyendo o imaginando jaja Besos por ahí!!!
ResponderEliminarLo mejor es eso, dejarse encontrar, no oponer resistencia, porque las más dulces ensoñaciones se viven con los ojos abiertos. Aunque alguien se ve por allí encondidillo.
ResponderEliminarBesos dulces Cami y dulce fin de semana.
Muy sensual y poético...Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Sensual forma de evocación que llega hasta recordar su aroma.
ResponderEliminarAlgunas sensaciones son tan intensas dejan recuerdos que pueden percibirse, como si estuvieran presentess.
ResponderEliminarBien usadas las frases. Besos.
Esos fantasmas que turban la mente y erizan la carne, para llenar de sensaciones. No precisabas poner más locuciones. Con esas, basta y sobra.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Camila, por formar parte de la convocatoria juevera.
Un beso grande.