Llegué al pie de la escalera y retrocedí. Finalmente, me detuve frente a ella, observé las sombras bajar besando el suelo, cada peldaño poco a poco se iba oscureciendo.
La carencia de luz me mostraba un desierto, una batalla. Incapaz de confrontarla me mantuve inmóvil, pensando quizás que su recuerdo -al igual que a los peldaños- también envolvía de sombras mi ser.
Yo me fui; y mi adiós me dejó las venas abiertas, vulnerables a su oscuridad.
La oscuridad que habita en nosotros también es un desafío que enfrentar, así como las despedidas, pero en ninguno de los dos casos podemos detenernos ante ellas. Estás invitada a Mi Baile, te espero allí. No faltes.
ResponderEliminarBesos dulces Camila y dulce fin de semana.
Solo nos detenemos mientras dura el duelo, Duice, luego de eso, nos fortalecemos y continuamos, ley de vida.
Eliminar¿Un baile?, gracias
Un abrazo
Te he enviado la invitación, si te apresuras llegas.
EliminarUn beso dulce Camila.
Gracias, Duice, me daré prisa
EliminarUn abrazo
Buena historia para una escalera que en su momento fue y tuvo, ahora revivirlo duele. Abrazucos
ResponderEliminarGracias, Ester
EliminarUn abrazo
Un texto corto, pero suficiente para dejar claro que hay algo después de la muerte. Un abrazo.
ResponderEliminarY de la vida, Campirela
EliminarUn abrazo
¨Por algunas circunstancias, algunos lugares, algunos objetos, llevan a la melancolía.
ResponderEliminarPoéticamente expresado. Un abrazo.
Un juego macabro de nuestra mente, Demiurgo, quizás
EliminarUn abrazo
En las cosas quedan rastros de nosotros, de quienes amamos, de quienes partieron, de quienes perdimos. Y con el corazón logramos percibir esas ausencias, que son muy nuestras. Muchas gracias por sumarte a la convocatoria juevera con este bello texto, Camila. Un abrazo
ResponderEliminarRelacionamos objetos con momentos vividos; y es ahí ...
EliminarUn abrazo, Neogeminis
Las escaleras siempre son base para un relato de sombras y misterio como es el tuyo.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Tracy
EliminarUn abrazo
Hola, han tenido que ser grandes recuerdos los vividos en esa escalera para provocar a tu protagonista ese adiós de venas abiertas, ¡uufff!, una carga abismal de sentimientos encierra tu micro.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Gracias, Merche
EliminarUn abrazo
La oscuridad siempre es un elemento inquietante que nos altera el espíriitu.
ResponderEliminarComo bien dices, somos vulnerables a la misma.
Si además, vemos sombras moviéndose, yo al menos saldría corriendo.
Un saludo.
Parte de esa oscuridad nos habita, Pepe
EliminarUn abrazo
Que lindo micro poético, se respira que frenó justo, con una decisión difícil, pero necesaria por esa oscuridad.
ResponderEliminarUn abrazo,
Es posible, Cecy, se vuelve necesario dar el paso
EliminarUn abrazo
Tu relato tiene una enorme carga emotiva! Mucha fuerza en tan pocas palabras! Me ha gustado mucho! Un abrazo!
ResponderEliminarGracias, Marifelita
EliminarUn abrazo
Muy poético el micro, y ahora aquí, confrontada con la cita de Huidobro, cuento adjetivos y jobar!!! "incapaz", "inmóvil", "abiertas", "vulnerables", apuntan a la oscuridad peeeero, también al cuerpo con vida. Inquietante. Saludos
ResponderEliminarInteresante comentario, Esther, gracias
EliminarUn abrazo
Un micro que dice mucho y que te deja llena de sensaciones. Me encanta, besos.
ResponderEliminarUn micro que dice mucho y que te deja llena de sensaciones. Me encanta, besos.
ResponderEliminarGracias, Molí
EliminarUn abrazo
Una pequeña y desgatada escalera te ha inspirado un gran texto. Enhorabuena! Un abrazo
ResponderEliminarlady_p
Una pequeña y desgatada escalera te ha inspirado un gran texto. Enhorabuena! Un abrazo
ResponderEliminarlady_p
Gracias, Lady_P
EliminarUn abrazo
Amenazantes sombras oscuras
ResponderEliminarfantasmas son de amarguras
Es bonito lo que has dejado, Julio
EliminarUn abrazo
la oscuridad nos mantiene cautivos abajo. cuando consiga subir, lo verá todo mucho más claro, y los recuerdos brillarán.
ResponderEliminarAbrazoo. me alegra reverte por aqui
Interesante mirada, Gabiliante
EliminarUn abrazo, también me alegra verte por aquí
Los recuerdos son a veces ensordecedores. Buen aporte Camila. Un abrazo
ResponderEliminarA veces, Nuria
EliminarUn abrazo
un relato que altera a quien lo lee , segun desciene pelsaños Un abrazo
ResponderEliminarEspero que te haya pasafo, Rodolfo
EliminarUn abrazo
Las escaleras siempre se hacen difíciles de recorrer, sobre todo cuando se suben. Sin embargo, hay que tener aún más cuidado al bajarlas *.*
ResponderEliminarSentido relato, Camila.
Un besazo
la vulneralidad es el camino más corto al deseo
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